“Caminante no hay camino, se ha ce camino al andar”.

No sé si habrá un destino para cada quien, quizás sólo hay un plan mágico común para todos, y dependerá de nuestro entorno y nuestros propios pensamientos lo que elijamos, libertad de acción que va armando lo que conocemos como vida.Y si existiera de verdad, es decir que desde que naces ya está trazado, o como dice Borges, el destino es un encargo familiar “Mi padre era anarquista individualista, lector de Spencer, profesor de psicología, poeta romántico que dejó algunos buenos sonetos, pero él quiso que se cumpliera en mí el destino de escritor (que no pudo cumplirse en él). Ya mayor habría yo de entender que desde niño se me había trazado el destino de las letras...”
¿Dónde queda el libre albedrío?, O será que la libertad no es más que una ilusión, sólo una palabra más de nuestro enorme diccionario. Si existe, ¿Quién es el que me hace pasar por todo esto?
Física, metafísica, biología, psicología, parasicología, tarot, runas, videntes e incluso la literatura más barata nos trata de explicar qué es esto, aún así todavía no encuentro una buena respuesta, nada que satisfaga mi gran necesidad de saber, creo que en esos momentos cuando ya he intentado con todas las respuestas y no pasa nada, entiendo la fe cristiana, más que mal es la respuesta más fácil siempre.
La ciencia ya sabe que va a pasar con tu cuerpo, y las mil y una religiones dicen saber que es lo que va a pasar con tu alma, obvio todos vamos a morir, cómo, dónde y cuándo, eso es lo relativo, entonces si sabemos que lo primero es existir y lo final es morir, significa entonces que el desarrollo también ya existe?
“El que puede cambiar sus pensamientos puede cambiar su destino”.
Si me dan a elegir un solo olor, el que oleré el resto de mi vida, ¿Alguien ya sabe por el que optaré?, según mi razón no, porque la respuesta esta en mí, pero la verdad es que la lógica siempre me ha parecido un intento lastimoso de entender la realidad.
Entonces, ¿El destino es…? A veces me parece un reto a la inteligencia, otras como la comprobación mágica que tanto quiero observar y, la más frecuente es creer que es sinónimo de esperanza.
Pero na, al diablo con todo eso, sólo hay dos cosas que no pude ni podré cambiar, el día que nací y que eventualmente me pudriré bajo tierra.
Todo lo demás está en los sueños, Causalidad. Siempre he pensado que la diferencia fundamental entre causalidad y casualidad reside en el lugar de la “u”. Lo casual no esta carente de causa. Las causas de algo no pocas veces son casuales.
¿Creer o no creer?, esta sigue siendo la cuestión.
Por último sólo puedo decir que el destino es como las predicciones, nadie sabe nada, pero todo se resume en un: Ya verás…